Mujer se va de casa enojada y deja a su esposo con sus hijos. A los 2 días ella recibe esta carta!
Cuando una pareja decide que es tiempo de dar el paso más decisivo de sus vidas y convertirse en padres de familia, su mundo romántico cambia de cierta forma.
Después de un duro día de trabajo, un padre llega a casa cansado, solo le apetece ver el fútbol tranquilo, sin aguantar chillidos de niños o hacer cosas en el hogar.Pero ese día su mujer estaba harta y decide irse de casa.
Al pasar los días ella recibe una carta que dice lo siguiente…
Así como en la vida, en el amor no todo puede ser color de rosa. A veces habrá peleas, malos entendidos e instantes donde sientes que vas a explotar y como todo ser humano necesita su espacio personal de vez en cuando, esta mujer decidió dejar a su esposo y sus dos hijos, por unos cuantos días hasta que se sintiera más tranquila.
Cuando a este hombre lo dejaron solo con sus dos hijos, él criticó por completo a su esposa e incluso se enojó con ella, pero al cabo de sólo 48 horas se dio cuenta de una cruda realidad y decidió escribirle la siguiente carta a su mujer:
“Mi amor,
Hace dos días tuvimos una discusión bastante fuerte. Yo llegue cansado a casa después del trabajo. Eran las 8 pm y lo único que quería era llegar, sentarme y ver el partido.
Cuando te vi, estabas bastante cansada y de mal humor. Uno de nuestros pequeños estaba peleando contigo y al mismo tiempo el bebé estaba llorando mientras que tu tratabas de hacerlo dormir.
Yo solamente encendí la tele y le subí el volumen.
“No te mataría si me ayudaras un poco y le prestaras más atención a tus hijos”, me dijiste, en tono de enojada, mientras que bajabas el volumen del televisor.
Yo te respondí molesto: “He pasado todo el día trabajando para que tu te quedaras en casa jugando a las muñecas”.
Así comenzamos a discutir. Tu lloraste porque estabas enojada y cansada. Yo te dije cosas crueles. Tu no aguantaste más y te fuiste rápidamente de la casa llorando y me dejaste solo con los niños.
Yo tuve que darles de cenar y alistarlos para su hora de dormir. Al día siguiente no regresabas y yo le pregunte a mi jefe si podía tomarme el día libre y cuidar a los niños.
Experimente de todo:
Los llantos, tener que correr donde el día de acá a allá detrás de ellos para que se bañaran.
Experimente tener que cocinarles, darles la leche, conseguirle un bonito vestido a nuestra hija, dejar limpia la cocina, todo al mismo tiempo.
Experimente lo que es estar encerrado todo el día en casa sin hablar con nadie que no tenga más de 10 años.
Experimente no poder sentarme ni por un segundo a relajarme, almorzar tranquilo y ver televisión. No, en vez de eso, tuve que correr detrás de los niños para que me obedecieran.
Experimente estar a prueba mentalmente y fisicamente todo el día, sin dormir más de 20 horas, porque el bebé no paraba de llorar y no sabía qué hacer.
He vivido dos días y dos noches en tus zapatos , y solo me queda decirte: TE ENTIENDO.
Entiendo tu cansancio. Entiendo que ser mamá es un sacrificio constante. Entiendo que es mucho más cansado que ir a trabajar a una gran compañía por 10 horas y tomar decisiones financieras importantes.
Entiendo tu frustración de haber dejado tu carrera y tu libertad económica para que puedas estar ahí en la vida de nuestros hijos, siempre.
Entiendo los sacrificios que haces, cuando no puedes salir a ver a tus amigas, hacer ejercicios o simplemente dormir toda la noche.
Entiendo que ser mamá es la responsabilidad más recargada en esta sociedad. La que nadie aprecia, valora o remunera.
Te escribo esta carta no solamente porque te extraño, sino porque no quiero que pase otro día más sin que te diga lo mucho que te valoro, lo valiente que eres y cuanto te admiro mi amor”.