Virus más fuerte que el Ébola llegó a México

Grupo de científicos de la Universidad de Brown en Estados Unidos aseguran que existe un nuevo «supervirus» que puede acabar con la humanidad y ya llegó a México.  La enfermedad se registró por vez primera en países del norte de África, se distingue por ser hasta diez veces más potente y agresivo que la enfermedad del ébola y que es inmune a cualquier medicina.

Dicha enfermedad aún no tiene cura, es resistente a todos los medicamentos y llegó a México a través de la carne de pollo, produce una fuerte fiebre y deshidratación.  Hace apenas unas horas se registró el primer caso en nuestro país, en el estado de Jalisco. Los médicos han revelado que la enfermedad afectó a un joven mexicano. El virus contiene un gen mutado del ébola y es resistente a los más fuertes medicamentos.

Los investigadores mexicanos han manifestado que seguirán intentando combinar medicamentos y tratamientos para poder erradicar los efectos de la enfermedad, sin embargo, científicos de la Universidad de Brown aseguran que solo es cuestión de días para que la enfermedad modifique e incremente su resistencia y se convierta en una enfermedad mucho más peligrosa y mortal.

Con 28.637 casos y 11.315 muertes, nadie celebrará la efeméride . El 6 de diciembre de 2013, Emile Ouamouno, un niño de apenas dos años residente en Meliandou, en la región de Guéckédou, al sur de Guinea, perdía la vida. Su muerte se producía casi de forma paralela al fallecimiento de su hermana Philomene, de tres años; su madre, Sia, entonces embarazada; y su abuela, Koumba. El pequeño Ouamouno había registrado un cuadro de diarrea y vómitos cuatro días antes, el 2 de diciembre.

«Desconocíamos qué era y cómo contenerlo», reconocía entonces a ABC en conversación telefónica Maddy Savane, residente en la región. En los días sucesivos, al menos otras siete personas serían contagiadas de esta terrible y extraña enfermedad. «A mi hijo simplemente le gustaba escuchar la radio», aseguraba el padre del «caso cero», Etienne, en una reciente entrevista.

Dos meses después, a mediados de febrero, el director del hospital regional de la vecina Macenta visitaba a un paciente que sufría de una terrible fiebre, acompañada de vómitos severos y diarrea con sangre. En unas semanas, todo el personal que componía el equipo médico comenzó a desarrollar los mismos síntomas. Una veintena de personas fueron contagiadas.

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