Le quitan medalla de oro a nadadora australiana hacer “trampa” por su condición física
Tal parece que los Juegos Olímpicos de Río 2016, vienen repletos de tragedias y muchas sorpresas, tal es el caso de esta joven nadadora Australiana. Quien el comité disciplinario olímpico decidió quitarle la medalla de oro luego de percatarse de su condición física.
Resulta que la deportista padece de una extraña condición física que hace que sus dedos se encuentren unidos entre sí por una delgada capa de piel, algo de lo que al parecer nadie se había dado cuenta.
Dicha condición es mejor conocida como “Síndrome sirena” y al parecer este le proporciona mayor rapidez, agilidad y capacidad de desplazamiento bajo el agua, razón por la que se tomó la decisión de quitarle la medalla al considerar que ella tuvo ventaja sobre los demás competidores. Pese a que la chica y su equipo de trabajo ya se encuentran apelando el hecho por considerarlo discriminatorio, la medalla ya fue devuelta al consejo mientras se analiza la situación.
La sirenomelia o comúnmente llamada “síndrome de la sirena”, se trata de una malformación congénita donde los dedos de las extremidades inferiores se encuentran unidos por una membrana delgada de tejido muscular. Esta enfermedad por lo regular trae otros problemas como son: cardiovascular, renales, respiratorios y neurológicos.
La decisión de retirarle la medalla se hizo por las autoridades de los Juegos, aunque su equipo ha colocado una apelación para reconsiderar esta decisión. Otras informaciones indican que no trata de la noticia que se ha propagado, sino de un mal entendido sobre una interposición disciplinaria. Se espera que esto pueda ser solucionado para reducir los escándalos que arrastran estos juegos 2016.
Hasta ahora, nadie se había dado cuenta de esta situación, hasta que ella ganó el oro en la competencia de natación.
La sirenomelia, también conocido como síndrome de sirena, es una malformación congénita muy poco frecuente, cuya principal característica es la fusión de las piernas, dando la apariencia de la cola de una sirena.
Esta condición puede ser encontrada en aproximadamente uno de cada 100.000 nacidos vivos1 (condición tan rara como los siameses) y usualmente es fatal a uno o dos días después del nacimiento debido a complicaciones asociadas al desarrollo y funcionamiento del riñón y la vejiga urinaria. Más de la mitad de los casos resultan en muerte fetal, mientras que como condición, es 100 veces más probable que ocurra en gemelos idénticos que en nacimientos de un sólo bebé o mellizos.