El husky que se convirtió en Gato. La ciencia no tiene explicación
La naturaleza es muy sabia, no permite que los genes de un gato se mezclen con los de un perro o con los de cualquier otra especie. Son candados que la naturaleza ha puesto para preservar el orden. Aunque la mayoría de los animales de diferente especie no pueden reproducirse entre sí, el comportamiento y las costumbres si pueden transmitirse y enseñarse.
Las actitudes que demuestra este husky son tan características de los felinos, que cientos de veterinarios están interesados en el caso. No logran explicar cómo es que este animal pueda comportarse de maneras tan similares a lo que se comporta un gato, la razón es muy simple: desde muy cachorro este husky convivió la mayor parte del tiempo con gatos.
- 1.- Se llama Tally y tan solo tiene 4 años.
- 2.- Disfruta de esconderse en lugares pequeños y oscuros, comportamientos extraño en los perros y muy común para los gatos.
- 3.- Se tira al piso y lo molestan los olores y sonidos fuertes, características gatunas.
- 4.- Se sienta de una manera muy inusual para un perro, con las patas replegadas como lo hacen los gatos.
- 5.- Le encanta jugar con las mismas cosas que a los gatos: estambre, peluche, esconder su cabeza, etc.
- 6.- En vez de ser muy activo es un animal bastante pasivo como un gato, se sienta y contempla la tarde desde su ventana.
- 7.- A diferencia de otros perros es muy ordenado y le encanta hacer sus necesidades en la misma caja de arena que sus hermanos gatunos.
- 8.- Dejó de ladrar, de mueve de manera muy silenciosa, lo han sorprendido queriendo subir a techos y árboles.
- 9.- Durante toda su vida este perrito ha interactuando con más gatos que con perros, por lo que ha aprendido y copiado todos sus comportamientos.