Cristiano Ronaldo: «Nos están robando la Liga»
Estar primero con seis puntos de ventaja sobre el segundo debería ser más un motivo de alivio que de preocupación…, salvo que se entre en un proceso de descontrol como el que vive Real Madrid desde el domingo. En tres días, el equipo que llevaba once victorias consecutivas y una diferencia de 10 puntos sobre Barcelona ya no está tan seguro sobre su futuro. Dos empates consecutivos acortaron en cuatro unidades la brecha sobre el tricampeón. Y tan o más importante que los resultados fue el escándalo que cerró el 1 a 1 ante Villarreal. Fueron expulsados los jugadores Sergio Ramos, Özil y Pepe, el técnico José Mourinho y el su ayudante Rui Faría.
Cinco minutos de descontrol. Todo se desencadenó después de que Marco Senna marcara el empate para Villarreal a siete minutos del final, de tiro libre. Fue con un tiro libre que tuvo una débil respuesta de Casillas, que el domingo, también en el cierre del encuentro contra Málaga en el Santiago Bernabéu, no pudo contener el tiro libre de Cazorla otro inesperado 1 a 1.
Inmediatamente, Mourinho vio la roja y se marchó al vestuario. El Madrid entró en un torbellino de indisciplina y desesperación y comenzó a abusar del juego brusco. Al minuto siguiente, Ramos asestó un patadón a Nilmar y recibió la roja directa. A los 85, Özil también dejó el campo, pero por una protesta al referí («por aplaudir una de mis decisiones en forma de mofa, estando muy próximo a mi persona», según declaró el árbitro). Luego Rui Faría, preparador físico, siguió el camino de Mourinho.